Que hacer un fin de Semana en Santiago de Chile
Aterricé en Santiago de Chile un sábado por la mañana. Mi intención era pasar algunos días en dicha ciudad y luego partir con destino a San Pedro de Atacama.
En realidad podría haber viajado directamente desde Córdoba a San Pedro, pero conocer la ciudad de Santiago era algo pendiente. No quería dejar pasar la oportunidad de visitar Chile sin haber pisado su histórica capital.
Al llegar al aeropuerto cambié un monto mínimo de dinero, ya que como en todo aeropuerto la tasa de cambio es altísima. Al principio te marea un poco la plata porque en Argentina no estamos acostumbrados a los billetes “grandes”, mientras que allá es común encontrar billetes de $ 20.000, $ 10.000 o $ 5.000.
Desde el aeropuerto me fui al hostal en transfer, ya que el taxi me pareció un poco caro. Consulté en el mostrador de Información Turística y la mejor opción resultó ser el Tur Bus, cuyo pasaje me costó 1700 CLP. Los buses de Tur Bus se toman a la salida del aeropuerto y no es necesario hacer reservas previas.
Lo bueno de este medio de transporte es que tiene varias paradas y vos podes bajarte en la más cercana a tu hospedaje y desde allí seguir tu viaje en metro.
Para alojarme elegí el bonito y bohemio barrio de Bellavista, ya que me parecía una muy buena ubicación. Esta vecindario está localizado en las cercanías de la estación del metro “Baquedano” y de algunos lugares que quería visitar como el Cerro San Cristóbal o La Chascona, la casa de Pablo Neruda en Santiago.
A primera vista la ciudad me recordó mucho a Buenos Aires por su arquitectura, el trazado de algunas calles y el constante ruido propio de una gran ciudad. Todo ello le da a la capital chilena ese encanto caótico tan característico de las grandes urbes.
Una vez que me instalé en el hostal, lo primero que hice fue comprar un adaptador y familiarizarme con el metro y así poder trasladarme de un lugar a otro sin mayores complicaciones.
El tipo de enchufe que se usa en Chile es el que tiene los 3 círculos verticales (3 machos redondos) y el voltaje es de 220 V / 50 Hz. Un adaptador se puede encontrar en cualquier supermercado o ferretería y su costo es de 500 CLP.
Una de las mejores y más eficientes maneras de movilizarse por Santiago de Chile es a través del metro de la ciudad, el cual es muy moderno, eficiente y además está muy bien señalizado. La red se compone por 5 líneas que pueden llegar prácticamente a todos los lugares de la ciudad.
Para movilizarse por el centro o las zonas turísticas pueden usarse las líneas 1 y 5, que tienen paradas en lugares turísticos como el Cerro Santa Lucia, la Plaza de Armas y el Palacio de la Moneda.
El metro suele estar congestionado en horario pico, pero el servicio tiene una buena frecuencia y si bien es cierto que en ciertas horas se puede viajar un poco incómodo, se puede llegar rápidamente a destino. Si se van a movilizar por este medio recomiendo pedir un mapa con los recorridos de las distintas líneas.
El boleto sale 500 CLP y es mucho barato que tomar un taxi, los cuales me parecieron un poco costosos.
Con la ayuda de algunos amigos viajeros pude armar un recorrido por algunos de los lugares más importantes a visitar. El itinerario incluía los atractivos más importantes y lo confeccionamos a sabiendas de que solo disponía de unos días libres para pasear por la capital.
Entonces, ya con el mapa del metro y algunas recomendaciones impresas, me dispuse a caminar por las tranquilas calles de Santiago.
La primera parada fue el colonial Cerro Santa Lucía. Antes de la fundación de Santiago de Chile este cerro era llamado “Cerro Huelén” (dolor en mapuche) por los pueblos originarios.
Su nombre actual «Santa Lucía» se debe a que el día en que Pedro de Valdivia se apoderó del cerro, este le recordaba a Santa Lucía de Siracusa. Apenas Valdivia puso un pie en Santiago, comenzó el proceso de expropiaron de estos terrenos que pertenecían al cacique Huelén. Así, este espacio se convirtió en todo un símbolo de la conquista española que los latinoamericanos supimos padecer.
El cerro es muy bonito y tiene una fuente circular (la fuente mágica) donde se puede tirar una moneda y pedir un deseo.
Ya camino hacía el Centro Histórico me encontré con algunos edificios importantes como la Basílica de La Merced, una construcción muy vistosa que además fue declarada monumento histórico de Santiago. A pocas cuadras de la Basílica se encuentra la “Casa Colorada”, museo que muestra el origen y la evolución histórica de esta ciudad.
Este espacio tiene 5 salas en donde se muestran distintas épocas y aspectos de la vida de Santiago y también hay maquetas, paneles interactivos, reproducciones a escala y objetos de colección.
Siguiendo con la tónica de los museos y casi llegando al corazón del Centro Histórico de Santiago, se encuentra el Museo Histórico Nacional de Chile. Quienes lo visiten se encontrarán con grandes colecciones histórico-patrimoniales, objetos y documentos de la historia de Chile. Se encuentra frente a la famosa Plaza de Armas, que también es otro de los lugares obligados a visitar durante cualquier estadía en Santiago.
En líneas generales Santiago me pareció una ciudad segura, pero como toda capital es conveniente tomar algunas precauciones. Te sugiero evitar caminar de noche por parques, cerros o zonas marginales o evitar exhibir la cámara digital si salís a pasear por lugares céntricos o muy concurridos. Lo mejor para las salidas es siempre andar en grupos.
Saliendo de la plaza (en dirección a la calle Banderas), te vas a encontrar con la Catedral de Santiago y el Museo de Arte Precolombino y unas cuadras más adelante con el célebre Palacio de la Moneda.
El Palacio de la Moneda es un edificio imponente y cargado de mucha historia: allí se sucedieron los bombardeos del año 73’, cuando se instauró el sangriento golpe de estado que castigó a Chile. En este palacio el gran Salvador Allende, unas de las figuras políticas más importantes de Latinoamérica, dio su último discurso antes de quitarse la vida.
El edificio se ve muy bonito de noche y si lo visitan por la mañana probablemente puedan presenciar la ceremonia de cambio de guardia que se realiza día de por medio cerca de las 11:00 am.
A pocos metros de la casa de gobierno está el Centro Cultural del Palacio de la Moneda, justo por debajo de la Plaza de la Ciudadanía, en la fachada sur del Palacio. En este lugar se exhiben obras concernientes al arte moderno y contemporáneo, además tiene una sala de cine, restaurantes, un café y una pequeña tienda.
Otros de mis paseos fue por el Barrio Bellavista, lugar donde me hospedaba. Allí visité la Plaza Italia, ideal para tomar mate un domingo a la tarde (aunque la mejor opción es el Parque Forestal), la feria de artesanías del barrio y el río Mapocho.
El barrio en si es muy colorido y tranquilo, muy parecido al San Telmo argentino. Si tienen la oportunidad de visitarlo recomiendo ir a la Casa de Neruda «La Chascona» (2500 CPL) y también subir por el funicular hasta la cima del Cerro San Cristóbal (2800 PCL).
Algo que no pueden dejar de hacer es tomar el clásico Mote con Huesillo en lo alto del cerro. Esta bebida se compone de una mezcla de jugo acaramelado, mote de trigo y unos duraznos deshidratados llamados huesillos. Es un refresco exquisito y el costo es de aproximadamente 600 CLP.
Ya de noche, una de las opciones puede ser cenar en el bonito Patio Bellavista y de paso comprar algunas artesanías de recuerdo.
Bueno, esto es todo por ahora.
Nos leemos en el próximo capítulo de este viaje!
Patricia
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