Un paseo por la cima de la Piedra del Peñol y Guatapé
Eran nuestros últimos días en Medellín y no queríamos irnos sin conocer la famosa Piedra del Peñol.
El Peñol es una enorme masa de piedra de 200 metros de altura que tiene 659 escalones que permiten el acceso a su cumbre. Desde allí se puede apreciar la belleza del Embalse de Guatapé y todo el oriente antioqueño.
Se dice que el Peñol de Guatapé fue un elemento de adoración para los indígenas que en tiempos prehispánicos habitaron la región y que el cacique de la tribu habría sido quien le dió el nombre a la población.
A esa época pertenece la leyenda que cuenta que el diablo trató de llevarse la piedra en varias ocasiones y la prueba de ello sería la grieta que la piedra tiene al pie del monolito.
Como llegar a la Piedra del Peñón:
Para llegar hasta este destino turístico, nos subimos al metrobus y nos bajamos en la Estación Caribe. Desde dicha estación caminamos un par de metros más hasta conectar con la Terminal de Transportes del Norte.
En la terminal compramos el ticket con destino a Guatapé, municipio que se encuentra rodeado por las aguas de la Represa Peñol. La empresa por la que viajamos fue Sotrasanvicente y el costo del pasaje fue de 11000 COP. El viaje desde Medellín a Guatapé duró 2 horas aproximadamente.
El bus nos dejó a la entrada de la piedra, pero para llegar hasta la base del peñol hay que recorrer un camino que si bien es corto, es bastante empinado. Por esa razón apenas nos bajamos, una horda de vendedores vino a ofrecernos sus servicios como subir en auto o a caballo hasta la zona de venta de tickets.
Como no tenía muchas ganas de caminar, acepté la oferta y subí a lomo de mula por la módica suma de 2000 COP.
Cuando se llega a la base del peñol, se puede ver la famosa pintada sobre la piedra que dice “GI”, que es lo único que alcanzaron a escribir de «GUATAPE» antes de que se armara la polémica de que si la piedra pertenecía al Municipio del Peñol o al Municipio de Guatapé.
Ya en la zona de las taquillas compramos los tickets de ingreso a la piedra por 10000 COP y empezamos a subir los más de 600 escalones.
A pesar de que se veía bastante difícil y hacía un poco de calor, logramos llegar a la cima sanos y salvos, aunque muy cansados. Para todos los que llegan en nuestro estado, en la cima hay negocios y restaurantes en donde se venden comidas y bebidas para refrescarse y recuperar energías.
La vista que se tiene desde la cumbre es impresionante y por cada peldaño que subís, el paisaje se pone mejor.
Nosotros nos quedamos contemplando el paisaje por un rato largo y cuando bajamos nos subimos a una chiva que por 2000 COP nos llevó al vecino pueblito de Guatapé.
Lo primero que hicimos al llegar a Guatapé fue comprar el pasaje de retorno a Medellín, ya que nos habían dicho que por ser fin de semana había más demanda de buses. Por esa razón sacamos el boleto de regreso para las 17:00, que es el horario de retorno del último bus.
De ahí nos cruzamos a almorzar a Akuarius, un restaurante en donde probé el famoso «Ajiaco», que es un plato que consta de una sopa de pollo con diferentes tipos de papa e incluye una mazorca de maíz tierno.
Después de almorzar nos fuimos al malecón a ver que actividades podíamos hacer.
Elegimos pasear en un crucero que por 10000 COP nos llevó a navegar durante 1 hora por el Embalse Peñol-Guatapé. Esta embarcación es bastante “festiva”, como una especie de boliche con música y tragos pero en el agua!.
Cuando regresamos al malecón, empezamos a recorrer el pueblito.
Guatapé es un pueblito muy pintoresco y es uno de los municipios más hermosos y con mejor infraestructura turística en Antioquia. Lo más llamativo son las casitas tradicionales con balcones y ventanas llenas de colores: casi todas ellas tienen zócalos que cuentan historias de esta población, con motivos como flores, animales, imágenes religiosas y campesinas.
El transporte típico es acorde a las viviendas: son unos pequeños y coloridos mototaxis decorados de la misma manera que las casitas.
Los principales lugares que visitamos en Guatapé fueron:
- La plaza principal con su gran fuente
- La casa de las hermanas Santa Ana
- La calle del recuerdo, a donde están las casitas con los zócalos más coloridos del país.
- La Iglesia de Guatapé
Después de recorrer el pueblito, emprendimos el regreso a Medellín y nos fuimos a dormir temprano ya que a la madrugada salía nuestro vuelo con destino a Cartagena de Indias.
Bueno, esto es todo por ahora.
Nos leemos en el próximo capítulo!
Abrazos, Patricia
Patricia, como estas? Que bueno q hayas visitado Guatape. Te iba a preguntar por Santa Fe pero veo que tmb fuiste. Que bueno que sepas apreciar la belleza de Colombiano. Saludos Daniel
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Muchas gracias Dani, Guatapé es el pueblo de Colombia que más me gustó. Creo que tengo como 1000 fotos solo de los zócalos!
Saludos desde Argentina y muchas gracias por leer y comentar!
Patricia
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