Punta del Diablo, un paraíso en Rocha
Si tuviera que elegir un lugar de Uruguay a donde quedarme a vivir, este lugar sería sin dudarlo Punta del Diablo.
Este pueblito, ubicado en el km 298 de la ruta 9, es un remanso de paz y tranquilidad. Desde el momento en que te bajas del bus, el aire ya se siente distinto y los sentidos comienzan a percibir la naturaleza: fascinan las colinas, las calles de tierra, la vegetación, las casitas campestres, los barcos coloridos a orillas del mar, los acantilados y las olas que rompen contra ellos.
Todo ello hace que este lugar sea mágico y único en el mundo.
Recuerdo que nuestra llegada a Punta Diablo fue accidentada: el bus nos dejó en la ruta principal, pero en el kilómetro equivocado y tuvimos que empezar a caminar, aunque no sabíamos bien hacía donde porque no teníamos alojamiento reservado. Cruzamos varias cabañas y hosterías, las cuales estaban ocupadas y así llegamos hasta el hostal Punta del Diablo, que fue el único lugar que tenía camas disponibles.
No nos gustó, pero era lo que había así que nos resignamos a pasar la noche ahí. Aprovechando que uno de los «servicios» del hostel consistía en poder usar las bicicletas de manera gratuita para ir y volver a la playa, al día siguiente nos pusimos en plan de recorrer el pueblito en busca de otro alojamiento. Nos dimos cuenta de que no había sido una buena idea cuando vimos las bicicletas…parecían salidas de un museo de lo viejas que eran!.

Después de que mi amiga casi se estrellara cuesta abajo porque los frenos de la bici no funcionaban, tuvimos que desistir de utilizar los rodados y elegimos caminar y de paso ir conociendo el lugar. Así fuimos bajando por la ruta hasta llegar al centro del pueblo, en donde confluyen varias calles.
Una vez que llegamos a la parte céntrica nos abocamos a nuestra misión: buscar otro alojamiento. Tuvimos suerte, ya que conseguimos dormitorio en un hostel un poquito mas caro, pero mejor ubicado y con mejores servicios.
En el centro nos encontramos con supermercados, una farmacia, varias pescaderías, panaderías, la comisaría, un par de bares y lugares para comer rabas o el clásico «chivito uruguayo». También allí se encuentran las boleterías de Cynsa y Rutas del Sol, 2 de las empresas de transporte que usamos para movernos por Uruguay.
No esta demás aclarar que en este pueblo no hay restaurantes gourmets, ni hoteles 5 estrellas, ni bancos, ni casinos o discotecas. Hay un cajero automático cerca del Paseo Rivero, pero si se queda sin dinero tenes que desplazarte hasta el vecino pueblo de Chuy.
A lo largo de la calle principal varios artesanos tiran sus paños y venden sus artesanías. Si seguimos caminando nos topamos con la feria del pueblo en donde se vende desde comida hasta indumentaria y a poquitos pasos de la feria llegamos a cualquiera de las tres playas principales: Playa de la Viuda, Playa de los Pescadores o de los Botes y Playa del Rivero.

Las playas
Playa de los Botes: Es la playa más conocida de Punta del Diablo. De acá parten los barcos de pesca muy temprano, volviendo al atardecer bajo la atenta mirada de los turistas que se reúnen a ver la pesca del día. Es una playa mansa y por sus características y ubicación es la más concurrida y familiar.
Playa de la viuda: De aguas no tan mansas, esta playa de arena gruesa y dorada es la más frecuentada por los jóvenes. Alrededor de ella se concentran todos los hostels y hay bares en donde se puede escuchar reggae y rock del Río de la Plata hasta muy entrada la noche.
Playa de Rivero: empieza por la Playa de los Botes y termina en la punta de rocas del Rivero. Tiene buenas olas para surfear, bares en la playa y lindos atardeceres.
Playa Grande: Esta playa es la frutilla del postre, es sin dudas la playa mas linda e imponente de Punta del Diablo. Además es conocida sólo por los lugareños (nosotros llegamos gracias a su consejo), así que está casi deshabitada y no hay vendedores, ni paradores ni nada que altere el paisaje natural.
Eso si, esta un poquito alejada de las demás y hay que caminar un buen trecho para llegar, pero les aseguro que vale la pena hacerlo porque sus aguas son mansas y cálidas y prácticamente no hay oleaje. Además, no hay nada mas lindo que caminar bordeando las costas de las playas, mojándonos los pies descalzos y contemplando el paisaje que ofrece Punta del Diablo.

Cómo llegar a Punta del Diablo:
Desde la Terminal Tres Cruces de Montevideo parten diversas líneas hasta Punta del Diablo que hacen el recorrido en cuatro horas aproximadamente. La empresas que brindan este servicio son las ya mencionadas Rutas del Sol, CYNSA y COT. Nosotras estábamos en La Paloma, así que nos tomamos uno de los llamados «buses interbalneario» hasta Punta del Diablo. La distancia entre ambos destinos es de sólo 88 km.
Alojamiento:
Luego de la «no positiva» experiencia del primer hostel, terminamos en el «Hostel El Diablo Tranquilo» que nos gustó mucho. Las instalaciones eran mucho mejores y estaba mucho más cerca de la playa. Lo mejor era volver de una tarde de playa y descansar en cualquiera de sus hamacas con vista al mar.
Además de los ya mencionados hostels debo decir que hay opciones para todos los gustos: se pueden alquilar cabañas, casas, hoteles, hostales, posadas, ranchos y también se puede acampar.
Si buscas alojamiento en Punta del Diablo, podes hacer clic acá.

Bueno, esto es todo por ahora!!! Sigo buscando en viejos cuadernos y escaneando fotos para terminar de escribir acerca de mis travesías en Uruguay!.
Hasta la próxima!
Patricia
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