Los productos lácteos pueden ser beneficiosos para la salud, siempre y cuando elijamos aquellos que son de alta calidad. Aunque existen opiniones dispares entre los profesionales de la salud sobre el consumo de leche, se recomienda optar por productos lácteos orgánicos o artesanales, procedentes de animales criados sin antibióticos ni hormonas artificiales, y alimentados con hierba fresca. En este artículo exploraremos cómo elegir los mejores productos lácteos.
Comprender las diferentes categorías de productos lácteos
Diferentes tipos de leche
Existen tres tipos principales de leche: entera, semi-desnatada y desnatada. La leche entera es la más rica en grasas y nutrientes; la semi-desnatada tiene un contenido medio de grasas; y la desnatada es la más ligera en términos de grasa.
Productos fermentados
Los productos fermentados como el yogur, el kefir o las bebidas lactofermentadas ofrecen probióticos beneficiosos para la salud intestinal. Debe prestarse atención a su contenido en azúcares añadidos.
Quesos
El queso puede variar enormemente en función del tipo de leche utilizada (vaca, cabra, oveja), el proceso de elaboración y el tiempo de curación. Los quesos frescos son una buena fuente de proteínas y calcio.
Después de conocer las distintas categorías de productos lácteos, es importante saber identificar los sellos y certificaciones que nos pueden ayudar a elegir de manera responsable.
Los sellos y certificaciones a conocer para una consumo responsable
Certificación orgánica
La certificación orgánica garantiza que los animales se han criado sin el uso de antibióticos o hormonas artificiales, y que han sido alimentados con hierba fresca o alimentos orgánicos.
Denominación de origen protegida (DOP)
Este sello asegura que el producto se ha producido, procesado y preparado en una determinada área geográfica, siguiendo un método reconocido.
Etiquetas « sin lactosa » o « enriquecido en omega 3 »
Estas etiquetas indican la ausencia de lactosa o la adición de ácidos grasos omega 3 respectivamente. Sin embargo, es importante verificar estas afirmaciones leyendo detenidamente las etiquetas.
Una vez conocidos los diferentes sellos y certificaciones, podemos profundizar en cómo elegir entre leche entera, semi-desnatada o desnatada.
Elegir el tipo correcto de leche: ¿entera, semi-desnatada o desnatada ?
Leche entera
No debemos temer a las grasas. La leche entera contiene más nutrientes como vitaminas liposolubles o ácidos grasos esenciales.
Leche semi-desnatada y desnatada
Aunque contienen menos grasa, la leche semi-desnatada y desnatada también tienen menos nutrientes. Son una opción interesante para personas que necesitan controlar su consumo de grasas.
Finalmente, es crucial entender cómo la transformación y el origen del producto lácteo pueden afectar a su calidad.
El impacto de la transformación y el origen en la calidad del producto final
La importancia de la procedencia
Elegir productos locales puede garantizar una frescura superior y contribuir al desarrollo económico local. Además, los productos locales suelen tener un menor impacto medioambiental debido a las menores distancias de transporte.
Los peligros de la transformación excesiva
Los productos lácteos ultra procesados pueden contener aditivos, azúcares añadidos u otras sustancias indeseables. Es preferible optar por productos mínimamente procesados.
En resumen, elegir buenos productos lácteos implica considerar varios factores: el tipo de producto (leche, queso, yogur…), si se ajusta a nuestras necesidades nutricionales y digestivas, su procedencia y modo de producción (orgánico, denominación de origen…), y por último, su grado de transformación. Con estas claves, tomar decisiones acertadas resultará mucho más sencillo.
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