Las sangrías, prácticas médicas que consisten en extraer sangre al paciente con fines terapéuticos, han sido una constante a lo largo de la historia de la medicina. Pese a sus controversias y su caída en desuso a medida que avanzaba la ciencia médica, hoy en día persisten en algunas disciplinas como un remedio eficaz para ciertas patologías. Pero, ¿cuál era su utilidad antiguamente ?
Historia y origen de las sangrías
Los comienzos místico-religiosos
La práctica de la sangría se remonta a tiempos antiguos, documentada ya en el papiro Ebers (circa 1550 a.C.) y representada en artefactos griegos del siglo V a.C. Inicialmente, el uso de las sangrías estaba basado en creencias sobrenaturales y religiosas.
Justificación científica: la teoría de los humores
No es sino hasta la tradición hipocrática surgida alrededor del siglo V a.C., que la sangría adquiere una justificación más « científica » gracias a la teoría de los humores. Según esta teoría, la salud depende del equilibrio entre cuatro humores: sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema. Se concebían las enfermedades como causadas por un exceso o desequilibrio entre estos humores, siendo la función de la sangría restablecer dicho equilibrio.
Tras este repaso a los orígenes de las sangrías, pasamos ahora a examinar cómo se practicaban y qué técnicas se usaban.
Prácticas y técnicas de la sangría
El apogeo de las sangrías en los siglos XVI y XVII
El pico de la práctica de las sangrías ocurrió durante los siglos XVI y XVII, cuando médicos como Ambroise Paré y William Harvey popularizaron este método, proclamándolo como un remedio universal para casi todas las enfermedades.
Dérives et abus
Esta época estuvo marcada por excesos, donde la sangría era practicada tanto preventivamente como en tratamiento, muchas veces sin motivos concretos. Expresiones como « sangrías repetidas, a ultranza » ilustran esta tendencia.
Habiendo abordado el origen y las técnicas de la sangría, nos adentraremos en el debate sobre su efectividad.
Las controversias acerca de su eficacia
Cuestionamiento del método en el siglo XIX
El cambio significativo ocurre en el siglo XIX cuando médicos como Pierre-Charles Alexandre Louis comienzan a cuestionar la eficacia de las sangrías. Demuestran que estas eran muchas veces innecesarias e incluso perjudiciales.
Después de entender estos aspectos controvertidos, veamos cómo la práctica ha ido disminuyendo con el tiempo.
La disminución de la práctica a lo largo de los siglos
Siglo XIX: comienzo del declive
A pesar de las críticas, la sangría continuó practicándose en ciertas patologías, como la hemocromatosis, para reducir el exceso de hierro en el cuerpo.
Finalmente, examinaremos cómo esta práctica antigua aún persiste en la medicina moderna.
La persistencia de las sangrías en la medicina actual
Las sangrías hoy en día
Aunque la popularidad de la sangría ha disminuido y se considera una técnica anticuada, todavía se realiza en contextos médicos específicos. Hoy en día, los profesionales sanitarios realizan flebotomías para tratar enfermedades relacionadas con un exceso de hierro en el cuerpo.
En resumen, las sangrías son una práctica médica que ha evolucionado a lo largo de los siglos; desde sus fundamentos místicos hasta su justificación por la teoría de los humores, pasando por un periodo de excesos hasta ser criticada y regulada. Aunque hoy se considera obsoleta para la mayoría de las enfermedades, su empleo en casos clínicos específicos demuestra que continúa teniendo un lugar dentro de la historia y práctica de la medicina.
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